¿Cómo se almacenan las fundas nórdicas?

La funda nordica es un elemento esencial en la decoración de cualquier habitación, ya que además de proteger la almohada también tiene una función estética. Sin embargo, muchas veces nos encontramos con el problema de cómo almacenarlas adecuadamente para evitar que se arruguen o se ensucien.

Lavar antes de guardar

Antes de guardar la funda nordica, es importante lavarlas para eliminar cualquier mancha o suciedad que puedan tener. Si se trata de fundas nuevas, es recomendable lavarlas antes de usarlas para eliminar cualquier residuo de fabricación.

Doblado adecuado

Una vez que las fundas estén secas, dobla las fundas de almohada correctamente para evitar que se arruguen. La forma más sencilla de hacerlo es colocar la funda de almohada del revés y doblarla por la mitad, luego doblarla en tercios y guardarla.

Almacenamiento en cajón

Si tienes un cajón en tu armario, este es un gran lugar para almacenar tus fundas de almohada. Asegúrate de que estén dobladas adecuadamente y colócalas en el cajón. Si tu cajón tiene separadores, puedes usarlos para mantener tus fundas de almohada separadas de otras prendas.

Almacenamiento en estantes

Si no tienes cajones en tu armario, puedes almacenar tus fundas de almohada en estantes. Asegúrate de que estén dobladas adecuadamente y colócalas en la parte superior de los estantes para evitar que se ensucien.

Almacenamiento en bolsas de tela

Si quieres proteger tus fundas de almohada del polvo y la suciedad, puedes guardarlas en bolsas de tela. Asegúrate de que las bolsas estén limpias y secas antes de almacenar tus fundas de almohada en ellas.

Almacenamiento en perchas

Si no tienes espacio en tus cajones o estantes, puedes colgar tus fundas de almohada en perchas. Asegúrate de que las perchas sean lo suficientemente grandes como para sostener la funda de almohada sin que se arrugue.

Etiquetado

Si tienes varias fundas de almohada de diferentes tamaños o materiales, etiquétalas para que puedas encontrarlas fácilmente. Puedes hacerlo con etiquetas autoadhesivas o utilizando un rotulador permanente para escribir el tamaño o el material de cada funda.