La amasadora es una máquina utilizada para mezclar y amasar ingredientes para la elaboración de pan, pasteles y otros productos de panadería y repostería. Su historia se remonta a la antigüedad, cuando los seres humanos comenzaron a elaborar pan y otros productos horneados.
En la antigüedad, la mezcla de los ingredientes se hacía a mano, lo que requería mucho tiempo y esfuerzo. Con el tiempo, se desarrollaron herramientas manuales para ayudar en el proceso de amasado, como el rodillo y la tabla de amasar. Sin embargo, estos métodos seguían siendo muy laboriosos y no permitían una producción en masa.
La primera amasadora mecánica fue inventada en el siglo XIX por un panadero francés llamado Joseph-Louis Lambot. Su máquina consistía en un tazón de mezcla que se movía en un círculo mientras una paleta mezcladora giraba en el centro. Aunque esta máquina fue un gran avance en la producción de pan, todavía requería la intervención humana para operarla.
En 1908, la empresa Hobart Manufacturing Company de Ohio, Estados Unidos, inventó la primera amasadora eléctrica. Esta máquina utilizaba un motor eléctrico para hacer girar el tazón de mezcla y la paleta mezcladora, lo que permitía una producción más rápida y eficiente. La amasadora Hobart se convirtió en un éxito instantáneo y se utilizó en panaderías y pastelerías de todo el mundo.
Algunas amasadoras incluso tienen características adicionales, como la capacidad de mezclar y amasar diferentes tipos de masa, ajustar la velocidad y la temperatura, y programar ciclos de mezcla específicos.
En resumen, la amasadora ha recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos en la antigüedad hasta convertirse en una herramienta indispensable en la producción de pan y otros productos horneados.