El almacenamiento adecuado de la sarten es importante para mantenerla en buen estado y prolongar su vida útil. A continuación, se presentan algunos consejos para almacenar adecuadamente una sartén:
Limpiar la sartén
Antes de almacenar la sartén, es importante limpiarla adecuadamente para evitar la acumulación de residuos y prolongar su vida útil.
Secar la sartén
Después de limpiar la sartén, es importante secarla bien para evitar la oxidación y la acumulación de humedad. Utilizar un paño limpio o una toalla de papel para secar la sartén antes de guardarla.
Almacenar en un lugar seco y ventilado
Es importante almacenar la sartén en un lugar seco y bien ventilado para evitar la acumulación de humedad y evitar la oxidación de la superficie. Evitar almacenar la sartén en lugares como el sótano o el garaje, donde puede haber humedad y cambios de temperatura.
Proteger la superficie
Para evitar rayones y daños en la superficie de la sartén, es importante protegerla adecuadamente durante el almacenamiento. Colocar una toalla de papel o un paño limpio entre las sartenes apiladas para evitar el roce de la superficie.
Evitar la exposición a la luz solar directa
La exposición a la luz solar directa puede dañar la superficie de la sartén y reducir su capacidad antiadherente. Es importante almacenar la sartén en un lugar oscuro o cubrirla con una tapa o una bolsa de almacenamiento.
No almacenar alimentos en la sartén
No almacenar alimentos en la sartén, ya que puede provocar la oxidación de la superficie y reducir su capacidad antiadherente. Si es necesario, utilizar un recipiente de almacenamiento de alimentos adecuado.
Almacenar por separado
Almacenar la sartén por separado de otros utensilios de cocina y objetos que puedan dañar su superficie. Evitar apilar varias sartenes unas encima de otras o almacenarla junto a utensilios de metal.